El coronavirus ha afectado a todos los sectores de la economía española, siendo los mayores damnificados el sector turístico y el de transporte de pasajeros.
El confinamiento de la población y el cierre de comercios que no son de primera necesidad está presionando tanto a pequeñas como a grandes empresas.
Incertidumbre frente a la prolongación de los efectos del coronavirus
Desconocemos cuanto va a alargarse el estado de alarma y los perjuicios económicos que está trayendo consigo. Así pues, tampoco sabemos cuando se producirá su recuperación y cuando podrán reabrir los negocios afectados.
Inevitablemente el sector turístico y el de transporte van a sufrir una recuperación difícil, reducirán su actividad, la demanda caerá, incluso ya se están dando cancelaciones de reservas.
Las empresas van a verse obligadas a adaptarse al nuevo nivel de demanda que se reflejará en nuevos despidos puesto que no se podrán pagar todos los sueldos.
Al cumplirse los acontecimientos anteriores, los gastos estructurales no se podrán cubrir con los recursos financieros con los que cuentan las empresas, retrasándose en los pagos y terminando por recurrir a nuevas financiaciones. También sufrirán problemas respecto a cumplir con sus obligaciones fiscales.
Efectos en la economía más allá del estado de alarma sanitaria
Pese a que el 26 de abril es la fecha prevista para el fin de la situación de alarma, previsiblemente prorrogable durante más tiemop, la crisis del COVID-19 se prolongará mucho más, ya que nuestros hábitos de consumo no van a ser los mismos.
El Gobierno mantendrá una estricta regulación que afectará a la demanda y al desarrollo de los servicios cuando se anule el confinamiento.
Probablemente se conservarán las distancias de seguridad en el transporte público, inhabilitando parte de la capacidad del medio de transporte y haciendo que el precio del billete aumente.
Los consumidores podrán verse sometidos a controles sanitarios y se analizarán sus movimientos para las altas en cruceros o hoteles.
Serán medidas que definirán una nueva relación entre empresas y clientes, que modificarán el sector turístico y el de transporte.
Transformar el modelo operativo para que los daños duren menos que en la crisis financiera
Ante la crisis sanitaria que estamos viviendo, en todos los países afectados se han tenido que tomar medidas para minimizar los efectos negativos, pero no están consiguiendo alcanzar el éxito necesario para salir de ella.
Las medidas para dejar atrás esta situación deben de ser globales a nivel mundial, específicas para cada sector, encauzadas a cumplir el objetivo común de dar fin a esta pandemia.
Respecto al sector turístico y de transporte se han de tomar decisiones responsables, en las que los distintos gobiernos cooperen entre sí efectuando las limitaciones acordadas.
Para lograr el fin de esta crisis se va a tener que responder de manera unificada, adoptando grandes medidas que transformarán el modelo operativo y empresarial a nivel de los gobiernos y de los empleados.
